Resulta que al profesor de la asignatura de Traductores de aquel entonces (Jose Antonio) le daba por contar chistes o poner diapositivas un poco extrañas en los descansos de clase. No es el único profesor que conozco que haga eso, pero sin duda han sido suyos los descansos didácticos que recuerdo con más cariño. Se quedarán siempre conmigo esos chistes sobre analizadores sintácticos, los cuadros de Van Gogh imitando letras chinas... uno se puede imaginar la cara de los alumnos los incontables comentarios en el momento y las recurrencias futuras a la anecdota.
bueno, menos palabrería y más DESTRUIR LA CALETA
1 comment:
Te comento que aún sigue ahí José Antonio y el godzilla aún sigue en los apuntes de traductores ;)
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